miércoles, 25 de enero de 2012

GALERIA ACTUALIZADA: Sharlene Taule como Maggie en la película Jaque Mate


Director:

 
José María Cabral

Reparto:

 
Adrián Más, Frank Perozo, Olga Bucarelli, Evelina Rodríguez, Sharlene Taulé y Alfonso Rodríguez.





Desde que José María Cabral comenzó a realizar cortometrajes ha sabido generar cierta expectativa en el público, y ha sabido cómo proyectar diferentes realidades que, con sus aciertos y errores, se destacan por ser diferentes y por tener ese “algo”.
Con "Jaque Mate" nos ofrece una cinta con argumento, es decir, que tiene una historia que contar y no simplemente un guión sin trasfondo ni realizado para generar “chelitos”, en donde se puede ver la realidad de la televisión, cómo la gente la percibe y lo que verdaderamente hay tras de ella.
Aunque cabe destacar que el filme tiene en algunas ocasiones un lineamiento similar al de “Phone Booth” (2002), dirigido por Joel Schumacher y protagonizada por Colin Farell, de una forma u otra se las trae combinándola con aspectos de la idiosincrasia dominicana. Nos cuenta la historia de David (papel que le quedó grande al actor cubano Adrian Más, pues le faltó darle más caracterización y personalidad), quien es uno de los presentadores de televisión más reconocidos del país, y que al parecer para todo su público tiene una vida perfecta, cuando en realidad esconde secretos y verdades que se van destapando en la pantalla mientras se va contando la película.
Dos aspectos que sobresalen de la producción en general son el trabajo en la edición y en la fotografía; por fin la imagen no parece un programa cualquiera de la televisión dominicana, ni la edición parece realizada en “Windows Movie Maker”. Sin embargo, lo mejor de lo mejor es Frank Perozo, quien le da a su personaje el peso que merece y es lo que mantiene al espectador más pegado a la historia. Nos atrevemos a decir que sin Frank, la película hubiera sido totalmente distinta, pues el papel parece que hubiera sido creado para él. También José María hizo un buen trabajo en cuanto a dirección, cuidando detalles estéticos, de guión y de orientación de las cámaras, demostrando que su corta edad no es una limitación para crear cintas que se destaquen en nación donde el cine se encuentra en pañales. Cabe destacar también el trabajo realizado por los productores y la dirección de arte, pues fueron áreas que estuvieron muy bien cuidadas y se les escaparon muy pocos detalles.
Sin embargo, con lo bueno también vienen los detalles que siguen faltando. Fuera de Frank, solo Sharlene Taulé se queda del lado de lo destacable, espacio donde no entran los actores que interpretaron la familia completa que es víctima del secuestro –detalle que si se le escapó a José María en cuanto a dirección de los actores-. Tanto la mujer del protagonista como el hijo realizan una actuación mediocre; sus gestos y sus expresiones no dieron la talla. En ese bloque la única que se destacó fue Olga Bucarelli en el personaje de la sirvienta de la casa.
El papel que juega la policía se queda solo en “bulto”, puesto que no hacen nada para solucionar la situación que trata de desenredar la trama; eso sin contar que los roles de Evelina Rodríguez y Alfonso Rodríguez son irrelevantes, tanto en personaje como en actuación.
Algunos baches en cuanto a desenredar la historia al final, pequeños detalles que no quedan del todo claro, aunque algunos se suponen. Entendemos que tal vez la historia pudo ser más corta, ya que por momentos se torna extensa, cansando al espectador, a quien le puede costar mantener la atención. Una buena musicalización habría ayudado mucho en la cinta.
Sin embargo, el público dominicano aún se encuentra muy mal acostumbrado; pues en ocasiones se reían de cosas que no debían de reírse, así como entienden que una mala palabra es sinónimo de “jajaja”. Tanto los guionistas como los actores deben de cuidar el uso de malas palabras en las producciones cuando no sea necesario, pues eso, en vez de sumarle, le resta al filme.
Eso sí, José María y el equipo encargado de RRPP se llevó un 100 en la forma en cómo se cuidó la publicidad. El patrocinio estuvo muy bien manejado dentro del guión y ciertos elementos de la historia. Se supo bien cómo hacerlo sin la necesidad de exagerar ni asediar, como se ha visto en otras producciones criollas.
En definitiva, si por este filme es, se puede decir que vamos por buen camino y que es una producción que marca la diferencia si la comparamos con las demás películas dominicanas que se han estrenado este año. Es la mejor cinta dominicana de este año 2011, y definitivamente fue una buena elección para inaugurar el festival, porque entendemos que abrirá una brecha para que se realicen, y además se tomen en cuenta producciones que no estén encasilladas en el renglón comedia.










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